jueves, 23 de enero de 2014


-¡Eh! ¡No! ¡Para!

Carrera trepidante con las orejas hacia atrás para ganar aerodinamismo seguida de salto grácil y sutil. Medalla de oro en salto olímpico.

-Odín, baja de la nevera y devuélveme ese salchichón.
-Oblígame.
-¡No! ¡Para! ¡Deja de comértelo!
-No se te oye bien desde aquí arriba.
-¡Bueno! ¡Ya está bien! ¡Esto se acabó!
-Sí, ¿cómo sabías que ya me lo he terminado? ¿Acaso vas a darme más?

Lametazos a las zarpitas con las que sujetaba el salchichón para masticarlo. Slurp, slurp. Cara de felicidad suprema. Slurp, slurp.

-Te odio.


sábado, 11 de enero de 2014



Que en Madrid tenemos el peor servicio de Metro desde hace 10 años ya no es ningún secreto. Y que el Metro tiene los precios más caros de su historia, tampoco. Y lo digo con la experiencia de quien lleva 9 años seguidos haciendo el mismo viaje diario Campamento-Canillejas. No voy a hablar de los parones, la calefacción que no funciona (ni el aire acondicionado, por otra parte), los vagones viejos y sucios, ni tampoco de que cada vez los metros tardan más en llegar. No. 

En vez de eso voy a dejar una foto, por aquello de que una imagen vale más que mil palabras, de cómo han solucionado que las ventanas ya no cerraban, y el personal se quejaba porque en pleno diciembre, circular al lado de una ventana abierta era un seguro de pulmonía. Se estima que viajan 1.750.000 pasajeros al día, suponiendo que cada viaje costase 1,20 euros (precio por viaje del billete de 10), la recaudación diaria es de unos 2 millones de euros, tirando por lo bajo.  Saquen ustedes sus propias conclusiones sobre a dónde va a parar el dinero, porque queda claro que en mejorar el servicio no lo gastan.

Por cierto que si se fijan en los vagones de la L5, casi todos tienen alguna ventana "arreglada" con el mismo sistema. ¿En verano las quitarán o dejarán que nos cozamos?



viernes, 3 de enero de 2014

 


Una alternativa original a la pirotecnia y que además no molesta a animales y vecinos son los farolillos de papel. Realmente es genial verlos inflarse poco a poco por el aire caliente y echar a volar iluminados por una llamita, es muy bonito. Y como desde que tengo gatos, los petardos me molestan particularmente porque me arañan (los gatos, no los explosivos), he decidido no volver a encender uno en mi vida. Y eso que llevo eones sin encender uno, pero bueno.

El caso es que ahora ando detrás de todos mis conocidos contando como los petardos causan sida y te llevan al infierno, y les propongo usar farolillos. Y doy ejemplo, como es el caso de este vídeo de Nochevieja. ¡Una preciosidad! Y con música friky, ¡un puntito a quién adivine de dónde es la canción!

PD: Los farolillos les encantan a los niños pequeños. Si alguien tiene sobrinos o primos,  es una manera genial de ganárselos :P

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