sábado, 11 de enero de 2014
Que en Madrid
tenemos el peor servicio de Metro desde hace 10 años ya no es ningún secreto. Y
que el Metro tiene los precios más caros de su historia, tampoco. Y lo digo con
la experiencia de quien lleva 9 años seguidos haciendo el mismo viaje diario Campamento-Canillejas.
No voy a hablar de los parones, la calefacción que no funciona (ni el aire
acondicionado, por otra parte), los vagones viejos y sucios, ni tampoco de que cada
vez los metros tardan más en llegar. No.
En vez
de eso voy a dejar una foto, por aquello de que una imagen vale más que mil
palabras, de cómo han solucionado que las ventanas ya no cerraban, y el
personal se quejaba porque en pleno diciembre, circular al lado de una ventana
abierta era un seguro de pulmonía. Se estima que viajan 1.750.000 pasajeros al
día, suponiendo que cada viaje costase 1,20 euros (precio por viaje del billete
de 10), la recaudación diaria es de unos 2 millones de euros, tirando por lo
bajo. Saquen ustedes sus propias
conclusiones sobre a dónde va a parar el dinero, porque queda claro que en mejorar
el servicio no lo gastan.
Por cierto que si se fijan en los vagones de la L5, casi todos tienen alguna ventana "arreglada" con el mismo sistema. ¿En verano las quitarán o dejarán que nos cozamos?